La vida del Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario ha sido inseparable de la de Colombia, uno y otra se han alimentado y desarrollado juntos.
El Colegio del Rosario fue fundado, en 1653, por el arzobispo de Santa Fe, Fray Cristóbal de Torres y Motones, con licencia del rey Felipe IV, para enseñar Teología, Jurisprudencia y Medicina, con formación básica en Filosofía.
Inicialmente, el Fundador designó a dos frailes dominicos como rector y vicerrector respectivamente, pero se reservó el derecho de nombrar a los colegiales, que gozarían de beca completa y vivirían en el claustro, hasta su grado, más o menos durante siete años.
Los dominicos, hermanos de religión del Fundador, entendieron la donación del Colegio en sentido absoluto y pretendieron incorporarlo como una escuela más de su comunidad. Contrariado el fundador, procedió a revocar la donación y secularizar el Colegio, como en efecto lo consiguió el Dr. Cristóbal de Araque.
De esta manera, se continuó en la América española la tradición originada en Bolonia, alma mater de las universidades europeas, de la Universitas scholarium, en la cual los estudiantes constituían la base de la institución, distinta de la Universitas magistrorum, como la de París.
Es similar al de un Colegio Mayor de Salamanca (España), también llamado del Arzobispo y actualmente de Fonseca, que se traduce en una institución privada, autónoma y gobernada por sus estudiantes, los colegiales de número que, a la manera de los fellows de los colegios ingleses, gozan de beca completa, eligen a las directivas y ocupan cargos de responsabilidad en el Claustro.